10 Corso Como, el multiespacio milanés de Carla Sozzani

13/11/2014 | Ciudades

10, Corso Como es la tienda multimarca  más reconocida de la capital de la moda italiana, centro social y de eventos para profesionales y creativos de la industria de la moda, artes y cultura en general. El lugar pintoresco por demás, tiene una agenda intensiva y reúne  lo mejor del diseo, moda, accesoriosy artes plásticas, sin emncioanr el haberse conformado como EL lugar por excelencia para encuentros, charlas o lanzamientos de libros y productos.

En 1990 Carla Sozzani (hermana de la editora en jefe de Vogue Milan, Franca) la inauguró como galería de arte y librería. Su logo y más adelante otros locales fueron creados por el artista plástico Kris Ruhs. Pronto se expandió a venta de ropa, decoración , cosméticos, música, objetos de diseño, restaurante y eventos, generando un espacio de compra lenta en oposición a las grandes superficies de consumo. Fue incluso pionera de ese tipo de tiendas que en las siguientes décadas se instalaron en otras ciudades.

En 2002 en asociación con Comme des Garcons abrió en Tokyo y en 2008, junto a Samsung, en Seúl, y más adelante, en Shangai

Su equivalente en Paris, la tienda Merci la reseñamos acá cuando la visitamos el año pasado, y realmente nos encanta ese concepto de superficie abarcable, más relaciones humanas, otras velocidades de apreciación de las cosas. Ahi uno puede descubrir desde una instalación en honor a Sotsass o un vestido de Courrèges. Destino icónico milanés de todo fashionista que se precie de tal, es de esos lugares que uno puede estar horas adentro perdido entre libros, texturas, sabores, olores, conversaciones….Por si fuera poco, el complejo incluye 3 habitaciones de hotel con diseños avant garde de todos los Maestros de diseño de Milan, balconeando al espacio central del icónico lugar «it» de la ciudad.

En Milán y Paris los corazones de manzana esconden mil maravillas que hay que estar predispuesto a conocer!

En plena calle peatonal, eje entre el centro financiero de Porta Nuova y el casco antiguo lleno de galerías de Brera hay dos cuadras de conexión peatonal: Corso Como. El nro 10 tiene un cartel y una escultura en medio de  la calle, un mojón que para los atentos, indica que se ha llegado. Una puerta clásica sin mayor relevancia esconde un pasaje que supone un adelanto, allí hay señalización que indica quién está detrás y de qué se trata el lugar. Aun sin demasiada información no es hasta recorrer unos metros más que se descubre un corazón de manzana verde y exhuberante por donde se lo mire, donde surge el bullicio, algo de música leve de fondo. La vista se abre en varias direcciones: hacia adelante el acceso al restaurante que supone la transición con la enorme tienda que se despliega hacia atrás con infinitas sorpresas y puestas en escena. Hacia la izquierda una galería de arte y un bar donde uno puede esperar amigos tomando un Aperol viendo solo pasar gente. Hacia la derecha una extensión del restaurante, y hacia arriba, los balcones de habitaciones privadas para los afortunados que se alojen en tan emblemático destino.

El restaurante se encuentra en un espacio de doble altura lleno de detalles sofisticados pero en medio de un ambiente relajado, abierto al público general. La tienda es un circuito de espacios abiertos interconectados con una curaduría excepcional de piezas de artistas más o menos reconocidos pero seguramente de calidad para el ojo experto de la dueña de casa.

Atención a los detalles: la jardinería, la ropa de la gente, los pedestales de los exhibidores, las puestas en escena de los objetos, todo exquisitamente seleccionado, firmado por Carla.

Carla, en su mundo multimarca, multisensorial.
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