El lado Calmo de una emprendedora: Alice Otegui en clave slow fashion

25/10/2017 | De Compras | Nacional

Alice tiene 27 años,  y todo el empuje para salir a conquistar el mundo una prenda a la vez.

Formada en licenciatura de Diseño de Modas en la ORT, que incluyó un intercambio en la Escuela Parsons en New York, de donde egresó en el año 2014, se tomó unos años para trabajar en relación de dependencia en algunas marcas locales donde se curtió en temas tan necesarios como los creativos pero indispensables para la supervivencia como grifa independiente.  Luego pasó a búsqueda de organismos de financiación y mentorías que fueron consolidando la idea de su marca propia.

Es así que a principios de este año lanzó Calmo:  un proyecto de moda sustentable que usa materiales 100% naturales y procesos productivos artesanales sostenibles (como son el teñido o el estampado con plantas y otros elementos). Hace pocos meses fue convocada para una colección cápsula para la marca con más de 30 años de reconocimiento en plaza Margara Shaw lo cual supone un desafío comercial no menor a pocos meses de estar operativa en el mercado.

Las características de Calmo en esencia son:

_ Profundo respeto por la naturaleza de la que se sirven para estampar las telas
_ Genera un mínimo desperdicio textil optimizando los diseños en formas geométricas rectangulares para adaptarse a cortes sin excedentes.

_ Las piezas son atemporales y totalmente exclusivas: no hay dos iguales. Es diseño de autor que busca inspiración propia y no se rige por modas momentáneas.

_ Tiene una trascendencia social ya que da trabajo a artesanas que son quienes aplican las técnicas de teñido a las telas generando resultados únicos y muchas veces inesperados.

_ Uso de textiles crudos, que son intervenidos  con técnicas de teñido y estampado con elementos naturales, como eucaliptus, té, malvón, rosal, etc.
_ Los materiales son naturales como el lino, la seda, el algodón, la lana merino o afieltrada, el cuero.

Conversamos con Alice quien nos cuenta más detalles de este proceso y momento que vive como diseñadora emergente en su taller, luminoso y acogedor que comparte con su madre, artista plástica:

_ ¿Cómo fue la aproximación entre Margara Shaw y Calmo a tan poco tiempo de estar en el mercado?

A principio de año comenzamos a vender al público pero venimos con cierta trayectoria de experimentación y consolidación de nuestras prendas y concepto, y así lo comunicamos en nuestras redes. El equipo de Margara lo vio y me contactó para proponerme una colección cápsula en su tienda, que actualmente se vende junto a otros diseños de la colección independiente de Calmo. Se lanzó hace una semana pero es un proceso de varios meses de trabajo en equipo que fue realmente estimulante y de aprendizaje para mí.  Desde evaluar el diseño de las piezas para que los estampados que casi siempre son sobre fondo blanco  funcionen en la interacción con otras telas. Para esta colección, al ser verano quedan bien los tonos claros quedamos muy conformes y resaltan muy bien las estampas.

Hay una línea de decoración de almohadones otra de accesorios como pañuelos de seda con un packing divino, y las prendas. Hacemos mucho hincapié en el empaque: el descubrir el producto debe ser una experiencia en sí misma y los ponemos en cajas de madera con medidas exactas, envueltos en papel fino, con sellos, y ramas de eucalyptus. Las etiquetas son en tela impresa personalizadas, todo tiene cuidado desde el principio al fin y se nota en el producto final.

_ ¿Qué piezas podemos encontrar ?

Hay musculosas de lino, sacos cortos de lana afieltrada ideales para las noches de verano, unas pashminas reversionadas, chalecos, faldas, y vestidos que tienen varias opciones de postura lo cual les da muchas posibilidades y los pañuelos de seda con una suavidad increíble.

_¿Cómo descubriste el concepto de sustentabilidad o te convenciste que era lo que querías para tu marca?

En ese intercambio en Parsons había materias de  diseño sustentable y te nutren en la sustentabilidad propiamente dicha que va mucho más allá de simplemente reciclar: desde las personas que trabajan, cómo se gestiona el producto en el proceso y luego de hecho, desperdicios de telas, eficiencia en el uso. También teníamos materias como análisis de tendencias, coolhunting y allí hay una riqueza increíble porque hay gente que realmente propone no son solamente seguidores. Había alumnos de muchos países y el intercambio con ellos era diario, en una ciudad más que estimulante.

Cuando volví el aterrizaje fue duro  y todo lo comparaba con lo vivido allá pero comencé a trabajar y esa sensación se fue diluyendo en lo cotidiano. Más tarde me fui de viaje 3 meses donde también trabajé recorriendo Europa, y a la inversa que la vez anterior, a la vuelta volví amando el país, me convencí que quería establecerme acá con algo de valor. Fueron etapas personales que me permitieron encontrar un camino.  Cuandovolví me dediqué a buscar trabajo , pero en ese proceso me dí cuenta que no quería trabajar para otros sino tener mi propia empresa y en  eso me enfoqué desde entonces.  Comencé a trabajar en una empresa exportadora de lanas merino y ahi comencé a interiorizarme de todas las técnicas y procesos de la lana que me encantaba. Luego conocí el ecoprint (estampado con plantas naturales)  y todo fue cerrando.

_ ¿Cómo es la técnica y el proceso de cada prenda ?

Por un lado se realizan los diseños, y se subcontratan los teñidos y estampados. Las telas primero deben pasar por un proceso de preparación de remojo de dos o tres días, se enrollan las telas con las plantas a veces con trozos de hierro que dejan estelas marrones, semillas o hasta hongos  o cochinilla que activan los colores en formas diferentes. Luego se sumergen en ollas con agua hirviendo y se exponen luego al sol unos tres días. Allí se desatan los paquetes  y ese momento de descubrir qué se forma en la tela  es muy emocionante. Al punto que muchas veces las artesanas que lo hacen en sus casas en el interior, me mandan algunos paquetes cerrados para poder abrirlos y descubrir yo el estampado final.

Hoy contamos con artesanas que realizan las técnicas de afieltrado y estampado o teñido natural, luego hay modistas, quien enmarca los cuadros, quien estampa las bolsas,  el carpintero que hace los packings, y mucha gente que le da un valor agregado a cada prenda cuyo proceso demora varios días y dejamos plasmado hasta en las etiquetas mencionando quienes intervinieron a modo de concientización de ese grupo de personas que aportaron su trabajo.

En el camino aprendo de química y procesos naturales, de botánica, de organización de equipos, de marketing, de administración y finanzas y es lo que vuelco en el armado de cada pieza.

_ ¿Cómo lograste darle forma a la marca y lanzar la primera colección?

El año pasado nos dedicamos a preparar la marca.  Y éste comenzamos a trabajar con un fondo semilla de Ande para emprendedores avalado por una institución patrocinante que en mi caso es Socialab, una organización que se dedica a apoyar emprendimientos que tienen un perfil social. En este caso está presente en el fomento a la mano de obra local artesanal, principalmente de mujeres en distintos lugares del país. Es muy lindo contar con instituciones como Ande y Socialab, ambas con un grupo de gente joven detrás que me han ayudado muchísimo y de quienes estoy tratando de aprender lo más posible. Además tengo la suerte de ser parte del programa Empresario-Emprendedor de la Cámara de Industrias en el cual estoy recibiendo una mentoría personalizada que me está ayudando con el área comercial. Creo que hay muchas herramientas para emprendedores hoy en día: instituciones públicas o privadas que quieren sumar al ecosistema emprendedor, apoyando con su experiencia a los jóvenes que inician sus proyectos

_ ¿Normalmente donde puede encontrarse las piezas de  Calmo? 

Además de los locales de Margara Shaw, usualmente se nos encuentra en La Pasionaria en Punta del Este, o en Alium en Garzón  y ahora para el verano seguramente ampliemos a algunos lugares más.

En paralelo, estamos haciendo acuerdos comerciales con otras tiendas, principalmente en el este del país para aprovechar la temporada de turismo. Nuestro producto apunta principalmente a extranjeros y hay que aprovechar el momento. Y siempre está la posibilidad de contactarnos para visitarnos en nuestro showroom acá en Montevideo.

_ ¿Cómo manejás los radicalismos sustentables con respecto a la viabilidad financiera de tu empresa?

Cuando queres hacer algo sustentable y diferencial tenes una lupa grande arriba, pero uno sobre la marcha se da cuenta que  no puede irse a los extremos porque son enemigos de la flexibilidad, necesaria para adaptarse al mercado y a una fijación de precios sana para crecer.

Estamos constantemente revisando nuestras opciones, tomando las que se adaptan a nuestra filosofía sin condicionarnos nosotros.  Iniciamos con lana y seda pero incoporamos el cuero o el lino para hacerlo más comercial. Hay que hacer muchos experimentos de convivencia de materiales en una misma prenda que no destiñan a posteriori y ese tipo de controles de calidad previo a poner una prenda en un perchero a la venta.

Hemos incorporado una línea de decoración con almohadones, cuadros textiles y tapices, ya que nos aporta una variedad interesante de productos y de precios a la hora de atender el mercado local. Creemos que hay un público que valora mucho el hecho de que cada pieza es única, y que no solo quiere vestirse con algo exclusivo, sino que también quieren algo diferente para decorar sus casas.

Trabajé en varios lugares antes, el primero fue en la Pasionaria y allí me enamoré del diseño de autor pero también empecé a ser consciente de otras muchas áreas que se requieren para gerenciar una marca propia, y ahora estoy aplicando todo!.

_ ¿Hacia dónde va Calmo?

Calmo quiere consolidarse localmente pero también tiene un camino trazado hacia el exterior, dirigido a un público cansado de lo global y que aprecia las particularidades locales pero hechas con calidad y respeto en cada paso del proceso. Que demanda ese tipo de valor agregado.

Nos encanta, y ya lo hemos hecho, que regalen nuestras piezas a visitantes extranjeros, o como regalo empresarial hacia el exterior: habla del país, habla de artesanía pero con excelencia de manufactura, habla de preocupación por el ambiente y las personas, es toda una carta de presentación de lo cual estamos muy orgullosos.

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