Arquitectura infantil en espacios públicos: una oportunidad para la innovación.

03/11/2018 | Actualidad

Arquitectura infantil en espacios públicos: una oportunidad para la innovación.

3/11/18Actualidad, Destacados, Gestión urbana

Arquitectura infantil en espacios públicos: una oportunidad para la innovación.

3/11/18 | Actualidad, Destacados, Gestión urbana

El espacio público es una excusa para construir ciudadanía, para reconstruir el tejido social y fortalecer las relaciones de confianza: esa fue una de las afirmaciones que se pudieron escuchar en el III Foro de Intervenciones Urbanas que se realizó en la ciudad de Lima – Perú del 8 al 10 de agosto.

El tema de la recuperación de espacios públicos viene siendo un tema de atención y preocupación para las ciudades latinoamericanas y Montevideo no es la excepción. En ese escenario, los juegos y plazas infantiles son un lugar de encuentro, de esparcimiento para el juego y la interacción de los niños y sus familias con el barrio y la ciudad. Pero el estado en el que se encuentran muchas de ellas y la infraestructura inadecuada de muchas otras, hace que repensar las plazas, espacios infantiles y parques recreativos se plantee como una necesidad poco atendida. Diseños poco amigables, estructuras obsoletas o de poca durabilidad en caso de las más modernas son hoy la constante en varias de las plazas montevideanas, además de espacios abandonados y mal gestionados. Al respecto en el foro realizado en Perú, Roberto Gossi de la Red Uruguaya de Ciudades Sostenibles indicó que “de nada sirve tener columpio, banquitos bien pintados, con reciclaje, si no sabemos que ese espacio público lo tenemos que aprovechar con normas claras”. Pero no solo las normas parecen ausentes.

La plaza infantil es pública y gratuita, pero si observamos hoy el equipamiento de la gran mayoría de las plazas infantiles uruguayas, vemos juegos al sol, con materiales de chapa, cadenas, tornillos o algún agarre que lastima, con pisos de cemento y diseño obsoleto que muchas veces no está pensado para el tamaño o dinámica de los más pequeños, además de que muchas están vandalizadas y con falta de limpieza. Gonzalo Frasca, experto en videojuegos e investigador, señalaba en un posteo en sus redes sociales en el mes de agosto, “Uruguay es un país que ha construido cosas muy complejas, lo hace habitualmente, pero que en general ha descuidado los espacios infantiles. No hace falta ser genio para diseñar y construir juegos de calidad para los niños, apenas basta con no improvisar” y reclamaba que el Uruguay debía tener espacios de calidad, y no por causas políticas o de campaña, simplemente por la salud y el bienestar de los niños.

Hay experiencias aisladas donde muchas de estas consideraciones han intentado acercarse a estas necesidades; el parque de la Amistad inaugurado hace algunos años en el predio vecino al planetario es ejemplo de ello. Pero una observación en detalle de ese espacio también nos deja de manifiesto errores de diseño o poco adecuadas: chapas de un tobogán que en verano se calienta en exceso, hamacas al sol – sin sombra -, espacios sin vallado, carteles que no todos pueden leer y poca cantidad de hamacas. Sí se valora y se destaca muy especialmente los juegos inclusivos, los pisos de goma y un diseño moderno que invita al disfrute. Sin embargo, este intento es una excepción a la regla. Montevideo ha tenido una modernización también en las hamacas de la mayoría de sus plazas infantiles, sustituyendo las tradicionales hamacas de madera por plástico que otorgarían mayor confort y durabilidad. De todos modos, hoy podemos ver ejemplos donde algunas de las nuevas hamacas ya han sido cambiadas por las anteriores, a causa de daños o roturas, conviviendo hoy en una misma plaza las hamacas nuevas con las viejas.

Una nueva visión sobre los parques y plazas infantiles

Hay extensos estudios sobre el diseño de los espacios de juego en el que se deben tomar en cuenta desde el planeamiento del espacio hasta los detalles de cada elemento, así como contemplar las exigencias y preferencias por edades y los diversos colectivos con necesidades especiales. Estos estudios detallan consideraciones arquitectónicas, medidas, materiales y funciones, prestando una especial atención a los aspectos de seguridad y de accesibilidad. El libro Parques infantiles, Planificación y Diseño, editado en 2010 por la editorial Links es una guia obligada en este tema. Allí se señala que los “espacios que deben ser seguros, pero no aburridos; educativos, pero no enfáticos; divertidos, y también orientados al grupo de edad adecuado, y, al mismo tiempo, deben ser arquitectónicamente innovadores y estructuralmente sólidos”.

La edad de los niños genera diferentes necesidades de juego. Es así que los parques y plazas orientadas a ese público debería considerar estas variables. Juegos físicos, juegos sociales, juegos creativos, juegos sensoriales, así como espacios o zonas dentro de las plazas destinadas también a aquellos niños que quieran estar aparte o algo más lejos de los juegos recreativos o de estimulación. Esos espacios de sosiego o descanso, también deberían ser parte del diseño de los parques infantiles. La vegetación es otra de las consideraciones a tener en cuenta, así como la configuración del terreno. El tema de las texturas, los impactos, los tipos de suelo, son parte de los elementos a tener en cuenta para la adecuada seguridad que todo parque o plaza debe tener.

No hay que perder de vista que las plazas y parques infantiles tiene como finalidad no solo ser un espacio de reunión, encuentro, de convivencia y de intercambio, sino que es el lugar del barrio que está diseñado especialmente para jugar. Muchas veces tendemos a considerar el juego como algo poco serio, una forma de pasar el tiempo propia de los niños, sin trascendencia ni finalidad. En este punto es bueno recordar que desde la más temprana edad, el juego constituye nuestra primera forma de aprendizaje. Jugar es necesario, porque aprender es imprescindible y proporcionar buenas oportunidades de juego es contribuir directamente a este objetivo fundamental en las primeras etapas de la vida”, explica la obra mencionada más arriba.

Ejemplos a imitar

Hay ejemplos de países de Europa o de Asia que son un buen modelo a imitar. El parque de la ciudad de Waldkirchen en Alemania diseñado por Rehwaldt Landschaftsarchitekten, es una notable experiencia. Allí se ejecutó una obra que acompañó el paisaje, lo que logró una conexión perfecta entre topografía, juego y equipamiento. Pero hay cientos de buenos diseños y proyectos que se han convertido en íconos en diferentes regiones del mundo que integran naturaleza, topografía, tiempo libre y descanso con buen equipamiento, estímulos para los chicos y áreas que invitan a quedarse.

El Parque de la Ribera en Bilbao, España es también un buen modelo, así como Wooden Playthings que se ubica en la ciudad de Tokio, donde la zona de juegos ocupa un área de 4 hectáreas dentro del parque forestal Noyamakita Rokudoyama mucho más amplio aún. Este proyecto fue galardonado en el año 2001 con el premio de diseño del Instituto Japonés de Arquitectura del Paisaje. Existen muchas más experiencias y proyectos exitosos. Porque mediante el juego los niños generan, crean y exploran habilidades, viven experiencias a su medida y aprenden a resolver situaciones o sortear obstáculos y miedos. El juego en estos espacios propone desafíos y está vinculado aunque no lo parezca a simple vista, a la capacidad de organización, de intercambio, de planificación y de toma de decisiones. “De manera que el juego acaba resultando un valioso y práctico ensayo para la vida futura”, de ahí la importancia de estos espacios en nuestras ciudades.

El Uruguay enfrenta en ese terreno un buen desafío para un área poco valorizada y de gran importancia para los niños y las familias y que genera impactos positivos en las comunidades, barrios y entornos en los que se desarrollan. Estas soluciones son una cuenta pendiente que debería estar en agenda no solo de creación sino también de mantenimiento. Si bien ha habido mejoras en los últimos años, son casi siempre copy/paste unas con respecto a otras con mínima innovación al respecto y originalidad en cuanto a inserción. Es subvalorado incluso a nivel político o municipal cuánto rédito puede retornar de apuestas a espacios sociales donde la comunidad encuentre espacios de encuentro y tiempo libre fuera de los muros de un shopping center. De hecho, gran cantidad de las propuestas presentadas a los presupuestos participativos se relacionan a este tipo de espacios de uso y disfrute público en general y de niños en particular.

La Plaza Seregni cerca de la zona de Tres Cruces es un excelente ejemplo de un diseño bien pensado atendiendo a distintos rangos y edades de usuarios desde niños a adultos y lo comprueba la afluencia de público a distintas horas.

Pero no hay que ser literal ni incurrir en lugares comunes en cuanto a la concepción de atracción de los niños: los castillitos infantiles, o personajes de historietas son prescindibles a la hora de estimular actividad e imaginación de los pequeños. De hecho ámbitos diseñados en forma más minimalista o abstracta son igualmente fascinantes cuando están bien diseñados.

Superkilen, la plaza gráfica diseñada por Bjarke Ingels en DInamarca es patio de recreo de chicos y adultos: skates, monopatines, y cochecitos la surcan a toda hora.

Lo que abunda en este tipo de espacios: pavimentos diferenciados, materiales de bajo mantenimiento, iluminación estratégica, incorporación de agua, arte y paisajismo, sombra, y una planificación general adaptada al entorno.

Una de las tendencias de los últimos años y que no viene mal recordar o afianzar son los espacios lúdicos donde puedan intervenir gente de todas las edades, dispersos en la ciudad, integrados con arte en el marco de eventos transitorios o móviles en distintas zonas. Son los que le dan el carácter sorpresa y dinamismo a las actuaciones en este sentido. Así, por ejemplo en Miami en oportunidad de Art Basel la ciudad se llena de instalaciones en espacios públicos donde la gente disfruta. El Design District suele tener varias en sus calles principales. En Nueva York durante la design week o eventos organizados a nivel barrial se convoca a artistas de talla internacional para realizar intervenciones en plazas o parques donde turistas y locales disfrutan de las mismas.

La tendencia ya es generalizada y varias ciudades se han asociado en un movimiento llamado «Playable city» patrocinado por el British Council donde se procura poner a la gente en el centro de la ciudad del futuro, aprovechando infraestructuras y tecnologías para generar espacios de interacción persona a persona y de personas a su ciudad.

 

Por: Gaby Viera / Gabriela Pallares
Compartí en las redes