La previa del #MetGala: los hoteles protagonistas de todos los preparativos de los invitados

08/05/2019 | Actualidad

La previa del #MetGala: los hoteles protagonistas de todos los preparativos de los invitados

8/05/19Actualidad, Ciudades, Destacados, New York

La previa del #MetGala: los hoteles protagonistas de todos los preparativos de los invitados

8/05/19 | Actualidad, Ciudades, Destacados, New York

Es esa época del año nuevamente y el jet set de Nueva York y más allá se reúne en el evento anual organizado por el Fashion Institute del Metropolitan Museum: la Gala que homenajea con distinta temática el mundo de la moda y sus protagonistas.

Mientras en el Museo un ejército de proveedores dan los últimos retoques a las instalaciones y miles de detalles a considerar para el magno evento, otro contingente pero de celebridades brinda con champagne, ensaya peinados y elige vestuario en algunos de los hoteles  cinco estrellas cercanos.

Durante todo el día muchos de los invitados, incluyendo los anfitriones de ceremonia Lady Gaga, Alessandro Michele, Harry Styles, y Anna Wintour, estuvieron subiendo fotos de los preparativos y salida hacia la gala.

El Hotel Mark, situado a dos cuadras del Met, ni sobre la 5a avenida ni sobre Madison, sino sobre una calle tranquila y discreta es uno de los bastiones del lujo del Upper East side, elegido no solo por invitados Vip en esta ocasión anual sino por otros de otros ámbitos como deportivos, financieros,  políticos (es el elegido de Mauricio Macri, presidente argentino y su Sra. Juliana Awada en sus visitas a la gran manzana) o de la realeza (Meghan Markle se aloja en él en ocasión de sus visitas al país). En The Mark todo transmite una increíble sensación de tranquilidad: es el lujo de la discreción y la personalización.

Ha recibido la mejor calificación en la revista de negocios líder de Suiza, Bilanz, ( a la cual siguieron otros muchos y calificados premios)  la cual le otorgó la tan esperada y codiciada calificación de número uno de la distinción Los 100 mejores hoteles de ciudad del mundo. «El hotel The Mark en Nueva York define un nuevo estándar internacional en términos de servicio; al realizar el registro de salida, el recepcionista pregunta: ‘¿Qué podríamos mejorar para su próxima estancia?'».

El lugar, tiene, según se dice, la suite presidencial más cara de Estados Unidos, (U$S 75.000 la noche), un salón de belleza de Frédéric Fekkai , una perfumería Frédérick Malle, un stand de lustrado de zapatos exclusivo de la grifa John Lobb y un restaurante comandado por el superstar Jean Georges.

The Mark es un líder internacional en hospitalidad que se ha convertido en el hotel escogido por una clientela inteligente, distinguida  e internacional, desde que se volvió a abrir hace casi una década tras una atrevida renovación a manos del interiorista francés Jacques Grange. Aquel fue el primero de los proyectos comerciales del Sr. Grange en los Estados Unidos.

Para los interiores, el diseñador encargó a 7 artistas internacionales incluyendo Ron Arad, Eric Schmidt, Paul Mathieu, Mattia Bonetti y Vladimir Kagan exclusivos muebles y piezas de arte y equipamiento para el hotel, seleccionados por el galerista parisino Pierre Passebon, amigo de Grange. Así, uno se encuentra con una luminaria espiralada en el acceso firmada por Arad y también por dibujos enmarcados del fallecido Karl Lagerfeld, todo lo que indica que uno se encuentra en un lugar singular.

En el 2015 reformaron su suite en el penthouse en los pisos 16 y 17, que con casi 900m2, 5 dormitorios, 6 baños, biblioteca, cocina gourmet y cuatro chimeneas es la mas grande del país y, si, también la más cara (del mundo) con una tarifa de 75.000 dólares la noche, vistas al Central Park y al MET, y servicio concierge de primera.

El lugar se precia de hacer cada minuto inolvidable con experiencias curadas en forma cuidadosa: entre otros de sus servicios o amenities se encuentran taxis-bicicleta directo a la tienda Begdorf Goodman, alquiler de un yate a disposición de los huéspedes, botellas de shampoo estampadas con dibujos del artista francés Jean‐Philippe Delhomme  y la omnipresente fragancia de ambientes  «jurassic flower» creada especialmente por el maestro perfumista Frederic Malle.

Nda librado al azar.

La propia alfombra roja del hotel:

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Anybody going up?

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A very colorful @kendalljenner and @kyliejenner

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Ms. Wintour is the first to make her exit 👑

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Y el hotel…..y los detalles…

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@joannagaines stops and smells the roses at The Mark

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The perfect “I want to stay in tonight” shoe.

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Sledding, snow day style ❄️

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The Wild West

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Sea you there.

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Y finalmente…las instalaciones:

Otro de los elegidos por su proximidad y categoría es el Carlyle Hotel, en cuyo bar, el Bemelmans, suele tocar los lunes la banda de Woody Allen y junto al cual se encuentra la tienda de la diseñadora uruguaya Gabriela Hearst.

Apodado «The new York White House» , el Carlyle es un emblema del glamour y lujo de Nueva York y es legendario por su combinación de encanto y discreción. Fue nombrado en honor al ensayista británico Thomas Carlyle y diseñado por la firma de arquitectura Bien & Prince en estilo art déco.

Entre sus huéspedes más distinguidos se encuentran la princesa Diana, Los duques deCambridge, o los reyes de España o Dinamarca.

Diseñado por los arquitectos Sylvan Bien y Harry M. Prince, fue inaugurado como un apartotel, cuyos apartmentos costaban hasta un millón de dólares al año.  Mientras la economía crecía y se construían rascacielos, Nueva York se estaba transformando tan rápidamente que ser propietario de una casa adosada empezó a estar pasado de moda. El nuevo hotel de treinta y cinco plantas «iba a ser una obra maestra de la arquitectura moderna, cuyas tiendas y restaurantes en las plantas más bajas darían a los residentes las comodidades de un rascacielos comunitario».

Sin embargo, poco antes de que el Carlyle abriera sus puertas en 1930, el crac del 29 puso fin drásticamente a las tiempos de auge. El nuevo hotel tuvo dificultades, entró en suspensión de pagos y fue vendido. Luego de distintas transformaciones fue rescatado e instalado como punto de moda para políticos especialmente.  El presidente John F. Kennedy fue propietario de un apartamento en la planta 34 durante los diez últimos años de su vida.

 

 

 

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